Saturday, November 7, 2009

Diabetes 2 en los niños


La diabetes: magnitud de la pandemia

Hábitos poco saludables y el progresivo 
envejecimiento de la población están 
provocando un incremento importante 
de esta enfermedad

En niños

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La diabetes infantil está considerada una de las enfermedades crónicas más comunes en esta etapa. De no ser diagnosticada a tiempo, puede provocar lesiones cerebrales importantes. La diabetes tipo 1, cuando hay poca producción de insulina o nula, no se puede prevenir. Es la más común en menores de 15 años y llega a afectar a 500.000 niños. Sin embargo, un diagnóstico a tiempo y una buena educación sanitaria sí que son decisivos para reducir las complicaciones y discapacidades y evitar fallecimientos.
Por otro lado, y a consecuencia de una mala alimentación, de la obesidad y un ritmo de vida sedentario, la diabetes 2 está aumentando de forma espectacular entre niños y adolescentes, convirtiéndose en un problema de salud pública mundial. Según las últimas evidencias disponibles, este tipo de diabetes se puede prevenir disminuyendo de peso y con un programa de actividad física moderado. Asimismo, debe tenerse en cuenta que niños y adolescentes viven de forma diferente la enfermedad que los adultos.
Para ellos, la monitorización de los niveles de glucosa, la medicación y el control de la actividad física y de las ingestas, sobre todo al inicio, obstaculiza sus actividades de la vida diaria, el rendimiento escolar e, incluso, su vida social. Por este motivo es necesario que tanto médicos de familia como progenitores y comunidad educativa aúnen sus fuerzas para ayudar a este colectivo a alcanzar la adultez con el menor impacto sobre su bienestar.
"La educación debe ser gradual e individualizada en función de la situación clínica del paciente y de sus necesidades"
La niños y las familias con niños y adolescentes con diabetes tipo 1 requieren un entorno social que sea más sensible y que tenga un conocimiento básico de la enfermedad. Por este motivo, "las instituciones de todo el mundo y, en concreto, las de España, deben poner medios para divulgar todo aquello relacionado con la enfermedad diabética a estas edades", explica Francesc Xavier Cos, "como formación a profesionales sanitarios de Atención Primaria, de centros escolares así como a las propias familias, permitirían comprender la enfermedad y saber cómo actuar en caso de complicación".
Para este experto, la sociedad actual debe adquirir un nivel de madurez que permita a pacientes con diabetes y sus familias vivir esta condición con mayor naturalidad, despojándola de sentimientos de culpa y sufrimiento personal, que en algunos casos acompaña a la enfermedad.

Importancia de la educación en diabetes

Las actividades de la educación sanitaria son un proceso dirigido a proporcionar conocimientos e informaciones para que el individuo -o la comunidad como grupo- adquiera los conocimientos, técnicas y habilidades adecuados para conseguir modificaciones de comportamiento voluntarias y lograr una mejor calidad de vida. En el caso de la educación diabetológica, los últimos datos disponibles demuestran su impacto positivo en la evolución clínica y la disminución de costes de la asistencia sanitaria en un 70-80%.
Uno de los objetivos de la educación sanitaria, en cualquier campo, es proporcionar herramientas adecuadas para que, tanto el individuo como la comunidad, aumenten sus conocimientos y sean capaces de corresponsabilizarse en la prevención y promoción de hábitos saludables. El objetivo es conseguir los efectos esperados en la salud física y psíquica, además de estar capacitados para tomar las decisiones que implican la mejora de su estado de salud.
La diabetes tiene determinadas particularidades que hacen imprescindible la educación: porque es una enfermedad crónica, porque de no llevar un buen control implica complicaciones específicas y graves y, además, porque requiere la participación del paciente para hacerse un autocontrol correcto, con determinaciones en sangre en su domicilio, seguir la dieta, administrarse el tratamiento, programarse actividades de ejercicio físico y hacer determinaciones analíticas domiciliarias.
Por este motivo, la educación diabetológica es uno de los pilares básicos en la terapia de la diabetes. Para Cos, ésta debería plantearse considerando al paciente como centro en el manejo de la enfermedad, con el objetivo de fomentar la autonomía del mismo en la toma de decisiones. "La educación debe empezar desde el momento del diagnóstico, debe ser gradual e individualizada en función de la situación clínica del paciente y de las necesidades que éste presente o requiera", añade el especialista.
Son los profesionales de las unidades de diabetes de hospitales y de atención primaria, básicamente educadoras en diabetes y enfermeras, las responsables en desarrollar esta labor educativa. En este momento, "se están realizando esfuerzos desde las asociaciones de pacientes con diabetes, así como desde las administraciones sanitarias para mejorar este aspecto central del tratamiento de la diabetes", añade el experto del RedGEDAPS. Prueba de ello son los programas de educación grupal o proyectos como el paciente experto impulsados desde algunas comunidades autónomas.
 
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